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dalevueltas

Parece mentira...

...que todavía andemos a vueltas con la precariedad laboral de los periodistas: contratos basura, "becarios en prácticas" que hacen el trabajo de un redactor cualquiera con una ínfima supervisión (y solo en caso de que se tratara de información más o menos delicada), trepas e intrusos que se hacen llamar a sí mismo "periodistas" cuando no lo son (que se llamen opinadores, escritores, tertulianos de telebasura o como quieran, pero periodista, con ese nombre, debería ser alguien que ha adquirido la formación necesaria para ejercer tal profesión de forma adecuada y con todas las bases ética, deontologia, etc.).

Por mucho que yo me empeñara en operar las glándulas mamarias a una señora, no adquiriría por ello título de "cirujano". Ni lo pretendo. Con la salud no se juega, y el ejercicio de la medicina ha de estar bien regulado, como lo están la abogacía, la arquitectura, etc. Todos ellos, oficios con una RESPONSABILIDAD SOCIAL notoria.

¿Y el periodismo? Ah, pues no, no se regula la profesión, y luego, en cuanto ocurre algo, se piden cuentas sobre profesionalidad, ética, etc.

Para mí, el cuento de nunca acabar: la información es poder. Cuanto más débil es el profesional de la información, más manejables son el propio profesional y aquello que éste diga o escriba.

Ni de izquierdas, ni de derechas. Los poderes, económico y político, solo nos quieren tener bien cogidos por los cataplines, así de claro.

1 comentario

Meritxellgris -

Tienes toda la razón, pero es una cadena que viene de "antaño"; es difícil romperla, porque más de uno se iba a su casita si se pusieran las cosas en su sitio y con todas las de la ley.
Paciencia,todo se andará. El periodismo así entendido, pronto tendrá que salir por algún sitio, a peor ya estamos,digo yo que mejorárá "algo".
Un saludo.